miércoles, 9 de diciembre de 2009

GO, GO, CHICAGO

Chicago es una ciudad febril, endiabladamente enloquecida, que nunca ha consentido que pudiera recuperar el resuello el viajero que la visita, hipnotizándole con un frenético ritmo que proviene del mismísimo fondo del Lago Michigan. Chicago es el paraíso de la premura, del para hoy es tarde, del mañana no existe; no permite concesiones ni concede treguas, y desprecia a todo aquel que no hace suyo el instante como forma de vida. Simplemente es la ciudad del viento porque serlo de la brisa sería un insulto.
Precisamente por eso Piterbilt no se siente cómodo en Chicago, porque su elegante y parsimonioso caminar nunca ha encajado con ese descontrol, porque para mi viejo amigo no hay nada que no pueda esperar. Lo celebro, Piterbilt, porque a mí tampoco me gusta correr, aunque a veces el pensamiento me lo pida, incluso me lo exija (¡ahí va, qué cabrón, si se ha tirado en plancha!. No, no me he tirado, me he dado un hostión del 15 porque a mis huevos tampoco les gusta ir rápido, y en ocasiones se ponen tan cojonudos que no hay quién los mueva).

Pero Otis, ¿qué diablos haces en Chicago?. ¡Qué lejos queda Georgia!
http://www.youtube.com/watch?v=pOXq_vLCjco&feature=related

1 comentario:

  1. Peterbilt, eleva el sonido de tu computadora, escucha los violines y respira profundamente... soy el lado oscuro, o si lo prefieres "tu lado oscuro"... Aquí tienes el comienzo del viaje, voy a tu encuentro y allá donde te "ayes", te encontraré. Escucha mi rugido, seguro que no te quedarán ganas de volver a levatarte del suelo. Aquí tiene mi imagen... hasta pronto !


    http://www.youtube.com/watch?v=FX_OMHbZq-w

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